El cajero es la figura encargada de la caja registradora. Una cajera trabaja en cualquier negocio dotado de un servicio de caja para el pago en el momento, aunque no hay duda de que al escuchar «trabajo de cajera», todos pensamos automáticamente en un supermercado. No obstante piensa que lógicamente hay otros negocios con servicio de pago en caja, como tiendas, grandes superficies, restaurantes o bares, hoteles, en las taquillas del cine o el teatro, y hasta en un burguer o pizzería.
El cajero registra el gasto del cliente y luego presenta la factura. Recibe el dinero en efectivo y da el cambio, o gestiona el pago con tarjetas de crédito, tarjetas de débito, cheques u otras formas de pago.
Funciones de una cajera de supermercado
- Registrar los productos del cliente en la caja
- Cobrar usando los las formas de pago disponibles por el comercio (efectivo, tarjeta, contactless…)
- Siempre dar el ticket, importantísimo
- Al final del turno, comprobar el dinero recaudado en su caja y reportarlo a su superior.
Y por supuesto, ser agradable con el cliente. Poner una sonrisa y ser agradable es algo que va dentro del puesto.
Las cajas para pagar siempre se encuentran cerca de la salida del supermercado, lógicamente. Otra de las funciones es estar atenta por si hay algún posible robo. De hecho, en muchos supermercados tienen un espejo colocado en una parte baja, de forma que la cajera pueda ver desde otro ángulo al cliente. Así es más fácil detectar si lleva algún producto escondido. Ante un problema así, deberá avisar al encargado o si es necesario a seguridad.
Las funciones de una empleada de caja pueden variar en función del contexto laboral. Por ejemplo, la cajera de un supermercado registra la compra mediante escáneres ópticos, recibe los posibles cupones y vales y recalcula el importe final, asi que es ella quien se encarga del cobrar la compra. Además de las actividades de caja, también puede participar en la atención al cliente, por ejemplo, proporcionando información sobre las promociones actuales o ayudando a las personas a encontrar determinados artículos en la tienda. De hecho, su tarea es garantizar una experiencia de compra positiva y satisfactoria. Además, una cajera que trabaje en el comercio minorista puede realizar tareas adicionales similares a las de un vendedor de tienda, o ser responsable de la carga y descarga de mercancías, la reposición de estanterías, contabilizar el inventario y todo lo que le requiera el encargado de la tienda.
Si se trabaja en hostelería (bares, un restaurante o una pizzería), el trabajo del cajero o cajera consiste en registrar los pedidos de los clientes y gestionar los pagos (en efectivo y mediante TPV), ya sea en el mostrador o en la zona de caja.
En hoteles, la persona en encargada del cobro trabaja en el mostrador de recepción. Calcula el coste total de la estancia y registra los servicios adicionales adquiridos por los clientes (aparcamiento seguro, bebidas adicionales, etc.) y aplica los posibles descuentos si hay alguna promoción activa. Además de llevar la caja, a menudo realiza también funciones administrativas. Como parte del personal de recepción, saluda a los clientes de forma educada y acogedora. Evidentemente ante cualquier consulta de un cliente están ahí para ayudarles y darles la información que necesiten.
Trabajar como cajera requiere cualidades personales como la honestidad, la fiabilidad y la eficiencia para gestionar las operaciones con efectivo sin errores. Por otro lado, el contacto constante con el público requiere habilidades de atención al cliente.
La jornada laboral de una cajera depende del horario de apertura del establecimiento en el que trabajan, que a menudo incluye los fines de semana o los días festivos. Las tiendas grandes, cadenas de supermercados o los centros comerciales, suelen organizarse en turnos de día, mientras que en los hoteles, restaurantes y clubes los cajeros y recepcionistas pueden tener que trabajar también en turnos de noche.
Otros nombres para este trabajo: Cajero, Empleado de Caja, Operador de Caja